miércoles, 21 de agosto de 2013

GALICIA

Si antes del viaje, estaba emocionada, después de la visita vuelvo profundamente feliz, al encontrarme con esa tierra maravillosa, y con esas personas aunque distantes, cálidas, generosas y acogedoras.
Jaime nos esperaba puntual en la puerta del Ayuntamiento de Mesía, el día de la fiesta del pueblo, dedicó un día de sus vacaciones para recibirnos y acompañarnos. Esta es la capilla y el cementerio de Cumbraos:


Nos llevó hasta la casa de Celia, pariente lejana de la familia Blanco, comparte los mismos bisabuelos que Ángel. Ella y su marido Manuel nos abrieron su casa, una granja en la preciosa aldea de Cumbraos, con 15 vacas lecheras, cerdos, gallinas, conejos... el paraíso para Carla y Adrián.
También nos abrieron su corazón en nuestro primer encuentro: nos dieron de comer y nos acompañaron con sus hijas, Celia y Pilar por todas las aldeas en busca de nuestra historia. En todas las casa éramos bien recibidos, unos desconocidos.
Hasta que encontramos a la señora María, una auténtica gallega que había conocido a los abuelos de Ángel, los hijos y conocía la terrible historia del ahorcado:


Nos indicó la casa familiar y fuimos a visitarla:

La casa restaurada, del bisabuelo José Vázquez, que era peón caminero, donde nació el abuelo Luis y sus hermanos Leonor e Isidro. Queda todavía por confirmar la existencia de dos hermanos mayores: José y Ramiro.

¡GRACIAS GALICIA!

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